Garbanzo ecológico a granell garbanzo castellano es de tamaño medio, ligeramente arrugado, y de color oscuro o tirando a blanco, según la variedad de la semilla. Presenta un pico pronunciado característico.
La piel del garbanzo castellano, una vez cocido, es casi inapreciable. Su sabor y textura suaves le hacen ser muy versátil; además de en los cocidos y potajes tradicionales, se puede utilizar también ensaladas veraniegas, para hacer hummus, y en guarniciones. Es uno de los garbanzos más consumidos y populares.
El garbanzo castellano contiene un 19% de su peso en proteínas vegetales de gran calidad biológica (con el único limitante de la metionina). Es una gran fuente de calcio y de otros minerales, como el hierro, el magnesio o el fósforo. Entre sus vitaminas, destaca la vitamina E, y vitaminas del grupo B; niacina, tiomicina y folatos (una ración de garbanzos aporta el 31% de la dosis recomendada de estos antioxidantes). Como el resto de legumbres, los garbanzos castellanos son muy altos en fibra, tanto soluble como insoluble, y en hidratos de carbono de bajo índice glucémico.
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